FUENTES DEL CURRICULUM

Un currículo centrado en el alumno supone un esfuerzo de colaboración entre profesores y alumnos; unos y otros están implicados en la toma de decisiones con respecto a objetivos, contenidos y metodología.

Se trata de un modelo de currículo negociado que se desarrolla en gran medida mediante una consulta y una planificación informal durante la impartición del programa mismo del curso. Además de este principio de consulta y negociación entre profesor y alumnos, el alumno ha de ser consciente de que difícilmente los objetivos establecidos podrán ser alcanzados con el solo esfuerzo realizado en clase.

Consecuentemente, muchas de las actividades que se realizan en clase deben ir dirigidas a potenciar el desarrollo de técnicas y estrategias de aprendizaje fuera de ésta. Así, por ejemplo, se les deben facilitar medios para negociar su currículo, para identificar sus sistemas de aprendizaje preferidos, para establecer sus propios objetivos, para desarrollar destrezas de autoevaluación, etc. La adopción de un sistema de enseñanza y aprendizaje centrado en el alumno implica la elaboración de currículos diferenciados para la diversidad de alumnos.

Para enfrentar los desafíos que implica la situación educativa y la globalización, será necesario redefinir, en primer término, el nuevo perfil del docente, en función también de las tendencias curriculares vigentes que se proyectarían bien entrado el siglo XXI y que se caracterizan por la descentralización y la autonomía de las unidades escolares, currículos diversificados, flexibles y abiertos, orientados por el concepto de necesidades básicas individuales y sociales, pertinentes con el entorno cultural, adecuado a las modernas tecnologías de la comunicación, al desarrollo científico y tecnológico y del conocimiento y la cultura universal; una malla curricular permeabilizada por objetivos transversales, tendientes a desarrollar valores de identidad, solidaridad, justicia, democracia, tolerancia en base a temáticas de derechos humanos, medio ambiente, salud, trabajo y otros.

Las Áreas del Conocimiento:

Se puede definir medio como el conjunto de los diversos factores, fenómenos y sucesos que con­figuran el contexto en el que actúan las personas y en relación a los cuales esas actuaciones ad­quieren un significado para ellas.

Se diferencia del concepto de “entorno” en que el medio posee un sentido más global, mientras que el primero, se limitaría a lo percibido y sentido como próximo por las personas, y que va ampliándo­se a la lo largo de la vida en el espacio y en el tiempo.

Además de ser el escenario de la actividad humana, el medio condiciona esa actividad y, a su vez, es transformado por ella. Por ello se caracteriza como algo dinámico y cambiante, lo cual dificulta el precisar con exactitud los elementos que lo forman.

En una primera aproximación destacarían los componentes individuales, subjetivos y vivenciales, que surgen de la experiencia diaria y directa, aquellos que se perciben y que son un referente inme­diato de ella. Pero, por un lado, hay que señalar que tan sólo una pequeña parte del conjunto de sucesos, factores y fenómenos presentes en el entorno de una persona concreta configuran el me­dio en el que adquieren significado sus actuaciones. Como consecuencia de ello, el medio sería el resultado de una construcción personal. Por otra parte, los elementos que condicionan las actua­ciones de una persona concreta no son solamente aquellos que son percibidos por ella, sino que el medio rebasa el entorno físico y social inmediato, tanto en el espacio como en el tiempo. Por ello se deben incluir otros factores, fenómenos y sucesos que, además de los más individuales y subjetivos, tienen influencia sobre las personas y condicionan, más o menos directamente, sus actuaciones.

Además, el medio tiene también un componente social y cultural. En efecto, este componente deli­mitaría, al margen de que sean más o menos próximos o alejados en el espacio y en el tiempo, los aspectos, fenómenos y sucesos a conocer para que las personas vayan asumiendo su propio de­sarrollo y se vayan convirtiendo en miembros activos de la sociedad. Así, y pese al componente individual y subjetivo, el medio puede ser compartido por los miembros de un grupo social, el cual seleccionaría los conocimientos imprescindibles que deben poseerse y que, además, son el resul­tado de una experiencia colectiva acumulada a lo largo del tiempo y organizada culturalmente bajo diversas formas, como son las disciplinas, los sistemas de valores, las normativas...

El área del Conocimiento del Medio deberá tener en cuenta los dos componentes, individual-subje­tivo y social-cultural, los cuales se enriquecen e influyen mutuamente y se van constituyendo en paralelo. De esta manera, la finalidad última del área es la de ayudar al alumnado a construir un conocimiento de la realidad que, partiendo de sus propias vivencias, percepciones y representacio­nes, sea progresivamente más objetivo y compartido, además de proporcionarle los instrumentos necesarios para comprender, explicar y actuar en esa realidad.

El medio como objeto de conocimiento no posee una fundamentación epistemológica sólida y siguen vigentes las contribuciones de las diferentes disciplinas que, cada una desde su propia perspectiva, ayudan a conseguir una mejor comprensión y explicación. A pesar de ello, ese carácter integrador que debe poseer el estudio del medio en esta etapa respecto de los ámbitos de conocimiento y disciplinas, de alcance más limitado, justifica también la existencia del área en la Educación Prima­ria. De esta manera, el Área del Conocimiento del Medio recoge aportaciones de las Ciencias natu­rales, las Ciencias Sociales, la Tecnología..., las cuales proporcionan los instrumentos cognitivos para comprender e interpretar la realidad sin constituir un fin en sí mismas y al servicio de un obje­tivo más integrador y más próximo a las percepciones y representaciones globales del alumnado de estas edades.